Las calorías entran en nuestro cuerpo a través del consumo de los alimentos y bebidas. Si consumimos más "energía" o calorías de las que usamos, acumulamos un exceso de grasa corporal. Esto puede hacer que aparezca la obesidad.

Hay muchos factores que contribuyen a la obesidad, como por ejemplo, un estilo de vida sedentario. Si estamos consumiendo demasiadas calorías, el resultado es un aumento de peso excesivo. Tenemos que analizar nuestros estilos de vida y encontrar el equilibrio entre las calorías que ingerimos y las que somos capaces de quemar en nuestra actividad diaria.

Al igual que las proteínas, el almidón y la grasa, el azúcar es una fuente de calorías y su consumo excesivo puede conducir a tener sobrepeso.

La mejor manera de evitar la obesidad es llevar una dieta sana y equilibrada y realizar una actividad física adaptada a nuestras necesidades. Consulta a tu médico para que te aconseje sobre las mejores dietas adaptadas específicamente para ti.

Realizar actividad física y ejercicio pueden reducir el riesgo de sufrir diabetes tipo 2, enfermedades cardiacas y accidentes cerebrovasculares y ayudarnos a mantener un peso saludable.

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