Despierta y desayuna

Es recomendable consumir lácteos, pan o cereales y fruta. No te saltes nunca el desayuno; hacerlo contribuye a incrementar el riesgo de obesidad porque se tiende a picar entre horas.

Toma frutas y verduras ¨cinco al día¨

Es muy fácil. Por ejemplo, puedes tomar tres piezas de fruta y dos raciones de verdura: una en forma de ensalada y otra rehogada o cocida como acompañamiento de un plato. Consume frutas, verduras y hortalizas de temporada.

Come ¨de cuchara¨

Los llamados platos “de cuchara” forman parte de la tradición y la cultura gastronómica de España. Su ingrediente principal son las legumbres. Lentejas, garbanzos, guisantes o judías son muy saludables y nos aportan muchos nutrientes, entre ellos las proteínas vegetales. Es preferible que las comas mezcladas con cereales como pan, arroz, cuscús o maíz, así como sus productos integrales.

Elige alimentos con fibra

La fibra se encuentra solo en los alimentos de origen vegetal, por eso debes consumir con mucha frecuencia cereales integrales, legumbres, verduras, hortalizas y frutos secos.

Reduce las grasas

En la alimentación actual existe un excesivo consumo de grasas perjudiciales para la salud, como son las de origen animal y algunas de origen vegetal, como los aceites de coco, palma o palmiste. Pero hay grasas beneficiosas que, con moderación, sí deben formar parte de la dieta, como las que se encuentran en los pescados “azules” (sardina, caballa, boquerón, salmón...) o en el aceite de oliva.

Quítate la sed con agua

El agua es fundamental en la nutrición, y deben beberse al menos entre 1 y 2 litros diarios de agua.

No abuses de la sal

Introduce a cambio el uso de hierbas aromáticas, apio, vinagre o especias, para añadir más sabor a las comidas.

Consume más pescado

El pescado es muy beneficioso, debes tomarlo de 3 a 4 veces a la semana.

Los lácteos te ayudan

No te olvides de consumir productos lácteos. El calcio que contienen es básico para fortalecer tus huesos. Si no toleras la leche, toma otros alimentos ricos en calcio, como yogur, queso, batido de soja, sardinas enlatadas, algas, frutos secos, legumbres, semillas de sésamo, etc.

Cuidado con el alcohol

Evita el consumo de alcohol, o hazlo de forma moderada y esporádica


Fuente: AECOSAN

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