Los pimientos realzan su sabor cuando se preparan confitados, además de actuar como una estupenda conserva que te permitirá consumirlos a lo largo del año. Apunta esta receta y tendrás el acompañante perfecto para tus platos salados.

¡Pruébalos con ventresca o con huevos revueltos!

Pimientos confitados

Antes de preparar tus pimientos confitados, puedes ver cómo conservarlos en unos botes de cristal aquí.

En la elaboración de pimientos confitados, necesitas

  • 4 pimientos grandes y rojos
  • Sal gorda
  • 1 diente de ajo
  • 100 g de azúcar moreno
  • 1 cucharada de vinagre

Precalienta el horno a 200°.

El primer paso es lavar y secar los pimientos.

Colócalos enteros en una bandeja de horno, añade un poco de sal gorda y un chorro de aceite de oliva.

Hornea la preparación a 200° durante 20 minutos. *Cuando saques tus pimientos del horno deja que enfríen en la propia bandeja a temperatura ambiente,  cubiertos con un paño.

Cuando tus pimientos hayan enfriado, reserva el jugo del asado. A continuación,  pélalos, elimina las semillas y córtalos en tiras finas.

En una sartén al fuego con un fondo de aceite, añade los pimientos, el diente de ajo triturado, el azúcar moreno y parte del jugo que ha generado el asado y el vinagre.

Deja que tus pimientos cuezan a fuego lento durante 20 minutos.

Por último, cuando tus pimientos en conserva hayan enfriado, puedes envasar todos los que no vayas a consumir.

¡Una delicia para todo el año!

 

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