1. En un cazo, verter la nata, la leche, el azúcar y la vaina abierta por la mitad. Calentar sin que llegue a hervir. Apartar del fuego y añadir el sirope. Remover hasta que se disuelva. Dejar enfriar en el congelador durante 30 minutos.
2. Trocear el chocolate en daditos y añadir a la mezcla de helado, removiendo para que se repartan los trozos.
3. Introducir de nuevo en el congelador y remover la mezcla transcurridos 30 minutos más. Repetir la operación durante las 3 primeras horas. Dejar al menos 6 horas para obtener la consistencia deseada antes de servir.